“Preguntar si puede existir un pueblo que esté libre de todos los prejuicios supersticiosos, es lo mismo que preguntar si puede existir un pueblo de filósofos. “
Voltaire
Una superstición es una creencia en una causa sobrenatural, y a la cual se le atribuye un ejemplo natural que no le corresponde. Generalmente, la superstición no surge de la razón o la experimentación, sino de la ignorancia, el miedo y la transmisión popular.
El concepto 'superstición' surge del cristianismo, a finales de la edad media. Éste designaba enseñanzas distintas de lo que pertenecía a la doctrina oficial de la iglesia. A pesar de que el paganismo era prácticamente inexistente en Europa en el Medievo, existían todavía creencias populares en muchas comunidades. Magos, amuletos, mal de ojo, árboles sagrados, pozos mágicos; todo esto era una amenaza para la verdadera fe cristiana. La gracia, la indulgencia de los pecados y la salvación sólo eran posibles dentro de la iglesia cristiana católica, y por ende todo lo demás era excluido y condenado.
Por otra parte, para la iglesia la superstición también aplicaría a influencias sectarias, fuera de la iglesia. Todos los críticos de la iglesia, los herejes, están en el mismo estatuto que las brujas y los hechiceros. A ellos, igualmente supersticiosos, les esperaba la inquisición. Esto nos lleva a una conclusión interesante: la superstición sólo existe por el monoteísmo, y en concreto, el cristianismo. Las culturas, que no tienen religiones monoteístas tampoco conocen un concepto de 'superstición'. Para los no monoteístas, generalmente no hay sentimiento de amenaza por creencias o deidades ajenas a la propia. La superstición por ende es objeto de numerosos trabajos socio-antropológicos.
Aún hoy se pueden encontrar restos de antiguas creencias que han perdurado a pesar de la influencia del cristianismo y la modernidad. Mucha gente todavía cree que un gato negro puede crear mala suerte, o que es desventajoso pasar debajo de una escalera. Un trébol de 4 hojas provee suerte a quien lo encuentre, lo mismo que una herradura. También son muy comunes todavía costumbres que se pueden rastrear a las costumbres campesinas de la Europa pagana, en particular para predecir el clima, así como reglas de higiene personal y salud. No son raros los amuletos que otorgan buena fortuna a quienquiera que los cargue. La mayoría de estas supersticiones surgen, como dijimos, de una falsa agrupación de los efectos y las causas, y constituyen el más común tipo de superstición no religiosa.
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